8 enero 2018
“LA PLATAFORMA
TANQUEM COFRENTS DENUNCIA UNA
NUEVA AVERIA EN LA
CENTRAL DE COFRENTES”
La central nuclear de Cofrentes esta realizando una parada en su
funcionamiento,desde el pasado 5 de enero, de, en principio una
semana, para realizar, según la dirección de la central, un
mantenimiento en los accionamientos hidráulicos de las barras de
control de este reactor.
Para la Plataforma “Tanquem Cofrents” resulta incomprensible que
25 días después de la última parada para mantenimiento y recarga de
combustible, con la participación de 1100 trabajadores adicionales,
y más de 11.000 trabajos planificados, según los propios datos de
la central, haya habido de pararla de nuevo para otro mantenimiento.
Esto es aun más extraño cuando además esta última recarga duró
mucho más tiempo de lo habitual, un total de 2 meses, con una
fallida puesta en marcha por el medio, para poder corregir una avería
en una válvula del agua de alimentación de la vasija del reactor,
que se había detectado antes de la parada, pero a la que no se le dio
la importancia y el tratamiento adecuado durante el periodo normal de
mantenimiento. Parece que la única explicación posible es que, como
en el caso de la rotura de la válvula, haya pesado más la urgencia
de poner la central en marcha rápidamente y la búsqueda del beneficio
económico a corto plazo, que el que el hacer las cosas bien y
priorizar la seguridad de los trabajadores y de la población.
En este caso la la avería afecta al sistema principal de control del
funcionamiento de una central nuclear, la inserción de la barras de
control entre las los elementos combustibles de uranio, y que hace el
mismo papel, salvando las distancias, que los frenos en un coche.
Estas barras de control absorben el flujo de neutrones y paran así la
reacción en cadena entre los átomos de uranio que se fisionan
cuando un reactor esta produciendo electricidad. Estas barras pesan
varias toneladas cada una y son introducidas, con un diseño
obsoleto, desde abajo mediante dispositivos hidráulicos, a
diferencia de los modelos más modernos, en los que son introducidas
desde arriba, y por tanto pueden bajarse por su propio peso, en caso
de emergencia y de falta de alimentación eléctrica.
Hay que recordar, ademas, que la central atómica de Cofrentes tiene un
historial de problemas con estos elevadores hidráulicos. Hace ya
más de dos décadas, en 2007, Cofrentes tuvo de sustituir, en varias
fases, todos estos elevadores hidráulicos por un problema de
corrosión salina, que se califico como de origen desconocido, y del
que nunca se dio cumplida explicación publica posterior. Una
operación que sólo se ha llevado a cabo en el reactor de Cofrentes
entre todos los del mundo, y que no estaba para nada contemplada en
el diseño de este reactor.
Por todo ello, la plataforma Tanquem Cofrents exige una explicación
pública y completa de las circunstancias de esta avería y considera
que esta reiteración de averías gestionadas a destiempo pone de
manifiesto la falta de una cultura de seguridad minimamente adecuada
por parte de los gestores de una instalación tan peligrosa como
esta. Asimismo, considera que esta acumulación de averías, problemas
e incidentes demuestra, una vez más, la que las instalaciones están
envejecidas y deterioradas, y que pretender alargar su funcionamiento
es una irresponsabilidad, por lo que exige que la central se cierre
definitivamente al final del presente periodo de funcionamiento.
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